El herrero nunca encontraba la manera de conservar la candela, y por dicha causa no pOdia dar cumplimiento a los encargos que tenia. Una vez lamentandose de lo que le pasaba con su amigo el fuelle, este le dijo: no te desesperes, que voy a enseñarte la manera de salir de tu apuro. Amarrame de frente a la fragua con la boca dentro de ella y una soga en la parte baja de atras y de vez en cuando tiras de ella y veras que no se apaga la candela. Todo se preparo y el herrero obtuvo el resultado esperado. Al otro dia el fuelle le dijo al herrero: ya saliste de tu compromiso, zafame y si me vuelves a necesitar te servire otra vez. A lo que el herrero le respondio: zafarte ni lo pienses y desde entonces el fuelle por hacer favor quedo amarrado a la fragua.